Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este martes que la población de la Franja de Gaza merece un acuerdo de alto el fuego como el alcanzado hoy por Israel y Hizbulá en el Líbano.

“Los habitantes de Gaza también merecen que se ponga fin a los combates y a los desplazamientos. Han vivido un infierno”, declaró el mandatario en una comparecencia en la Casa Blanca para valorar el pacto para una tregua en el Líbano.

Biden, quien el próximo 20 de enero será sucedido en el cargo por el republicano Donald Trump, prometió que en los próximos días Estados Unidos buscará, junto a los mediadores de Turquía, Egipto y Catar, cerrar un acuerdo de tregua en Gaza.

Biden dice que su presidencia ha buscado la “paz”
El mandatario expresó que “demasiados civiles en Gaza han sufrido demasiado” por la ofensiva israelí, pero culpó al grupo islamista Hamás de haberse “negado durante meses a negociar de buena fe un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes”.

“Así que ahora Hamás tiene que tomar una decisión. Su única salida es liberar a los rehenes, incluidos ciudadanos estadounidenses, que tienen retenidos y, de ese modo, poner fin a los combates”, declaró.

Biden aseguró que durante toda su presidencia ha buscado la “paz” en Oriente Medio y la construcción de un futuro Estado palestino independiente que no suponga una amenaza para Israel ni albergue a “terroristas”.

Agregó además que Estados Unidos “sigue dispuesto” a lograr un “acuerdo histórico” con Arabia Saudí para que el país árabe normalice sus relaciones con Israel.

El pacto de alto el fuego en Líbano está pensado para ser permanente
También subrayó que el acuerdo de alto el fuego entre el Gobierno israelí y la milicia chií Hizbulá en el Líbano está pensado para que sea permanente.

“Según el acuerdo alcanzado hoy, que entrará en vigor mañana a las 4 de la madrugada, hora local, terminarán los combates a lo largo de la frontera entre el Líbano e Israel. Está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades”, dijo en un mensaje desde la Casa Blanca.

La propuesta, impulsada por EE.UU. y de la que Biden destacó que ha sido aceptada por Israel y el Líbano, incluye tres etapas: una tregua seguida del repliegue de las fuerzas de Hizbulá al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur del Líbano en un plazo de 60 días y negociaciones entre Israel y Líbano sobre la demarcación de su frontera, que en la actualidad es una división fijada por la ONU tras la guerra de 2006.

“No se permitirá que lo que quede de Hizbolá y otras organizaciones terroristas amenace la seguridad de Israel. Durante los próximos 60 días, el Ejército libanés y las fuerzas de seguridad del Estado se desplegarán y tomarán el control de su propio territorio. No se permitirá que se reconstruya la infraestructura terrorista de Hizbolá en el sur de Líbano”, añadió Biden.

Israel retirará de forma gradual sus fuerzas

El mandatario demócrata, a quien dará relevo el 20 de enero el republicano Donald Trump, añadió que Israel retirará de forma gradual sus fuerzas y que los civiles de ambos lados podrán volver a sus comunidades “pronto”.

“Estados Unidos, con el pleno apoyo de Francia y nuestros otros aliados, se ha comprometido a trabajar con Israel y Líbano para garantizar que este acuerdo se implemente plenamente”, destacó apuntando que no habrá tropas estadounidenses en el sur del Líbano, pero que sí proveerán la ayuda necesaria para que el pacto se cumpla.

Biden dejó claro que “si Hizbulá o cualquier otro rompe el acuerdo y representa una amenaza directa para Israel, entonces Israel conserva el derecho a la autodefensa de conformidad con el derecho internacional”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que este martes anunció que su gabinete de seguridad ha aceptado la propuesta de acuerdo de alto el fuego, había destacado también que Israel mantendrá “libertad de acción” si Hizbulá viola el pacto.

En total, más de 3.500 personas han muerto en el Líbano desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, aunque la gran mayoría de víctimas se han dado desde el pasado 23 de septiembre, cuando comenzó una campaña incesante de bombardeos israelíes y a la que le siguió una invasión terrestre en el sur del país.